Cerró la puerta, no se quien, no le conocía así que supuse que era una visita para Joey. Era un chico rubio con el pelo corto, rapado. Por lo que podía ver tenía los ojos claros y cuando sonreía se podía apreciar una pequeña separación en los dientes inferiores. Parecía un tio majo, digo yo. No paraba
de reir cuando hablaba con Joey y bueno, yo no quise meterme en su conversación. Me acomodé y apoyé la espalda en la pared con cuidado de no hacerme daño en la pierna. Giré mi cabeza para observarles de nuevo. El chico con el que estaba Joey se sentó en una de las butacas de la habitación, miró su movil durante un momento y se lo guardó en uno de los bolsillos de su chaqueta. Respiró hondo y dirigió su mirada hacia mi. Le saludé con la mano y miré a Joey.
-Oh, perdón.. No os he presentado -rió y señaló al chico- Él es Corey. Corey ella es Patry, pero puedes llamarle Pats.
Reí timidamente y sonreí, conocer a gente nueva siempre fue un problema para mi porqué no lo llevaba muy bien, me ponía nerviosa y me quedaba en blanco.
-Un placer, Corey.
Fue lo único que pude decir, pues tampoco tenía mucho para decirle.
-Igualmente.. -sonrió mientras se levantaba de la butaca- Bueno, creo que me voy, he quedado y ya sabes que siempre acabo llegando tarde..
Se despidió de Joey mientras chocaban sus manos y se fue de la habitación con una sonrisilla por su anterior comentario. Antes de irse aclaró que quizá mañana volvería ya que era el último dia de Joey en el hospital y tenía que ayudarle a recoger algunas cosas.
-¿Y a ti no te vienen a ver? Ya llevas 3 días aquí, me lo dijo la doctora que vino ayer. ¿Eres de aquí?
-No lo sé, supongo que no va a venir nadie ya -hice un intento de sonrisa- y sí, soy de aquí.
-¿Pero no tienes ningún familiar en Des Moines? -preguntó nuevamente-
-Eh.. Nah, tenía una muy buena amiga, como una hermana ¿sabes? pero tuvo que irse a Nueva York por motivos de trabajo y poco dinero. En cuanto a familiares, mi madre murió hace unos años y de mi padre no se nada desde hace bastante tiempo.
Me aparté el pelo que me molestaba de la cara y suspiré. Volví a estirarme y cogí el movil para mirar si tenía alguna novedad.
-¿Pero no hablas con esta chica que dices?
-No, sí, bueno. Alguna que otra vez, pero por culpa de su trabajo casi no puede atender a nadie, quizá le escribo algun e-mail, pero poco más.
Devolví la mirada a la pantalla de mi movil y vi que tenía varias llamadas perdidas, seguramente hechas cuando yo no estaba consciente y un sms.
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